COMUNICACIÓN NO VERBAL
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Comunicación no verbal, en El Lenguaje del Cuerpo,
de Allan Pease (2006), Barcelona: Amat.
de Allan Pease (2006), Barcelona: Amat.
El
estudio de los signos siempre ha estado relacionado con el concepto de comunicación.
La expresión corporal que abarca los movimientos del cuerpo y la postura, está
relacionada con las características físicas de la persona.
Hay
tres clases de movimientos observables: los faciales, los gesticulares y los de
postura.
En
la comunicación verbal, siendo el lenguaje el factor más importante,
reconocemos que producimos y recibimos una cantidad muy grande de mensajes que
no vienen expresados en palabras. Estos mensajes son los que denominamos no
verbales, y van desde el color de los ojos, largo del cabello, movimientos del
cuerpo, postura, y hasta el tono de la voz, pasando por objetos, vestidos, distribución
del espacio y el tiempo.
Características
generales de la comunicación no verbal:
- La comunicación no verbal, generalmente, mantiene una relación de interdependenciacion la interacción verbal.
- Con frecuencia los mensajes no verbales tienen más significación que los mensajes verbales.
- En cualquier situación comunicativa, la comunicación no verbal es inevitable.
- En los mensajes no verbales, predomina la función expresiva o emotiva sobrereferenciar.
- En culturas diferentes, hay sistemas no verbales diferentes.
- Existe una especialización de ciertos comportamientos para la comunicación.
- El estudio en que se encuentra este tipo de búsqueda es el descriptivo.
Cuando
empezó a estudiarse la comunicación no verbal, toda persona, cualquiera que sea
su vocación y su posición social, puede usarlo para comprender mejor el
acontecimiento más complejo que se presenta en la vida: el encuentro cara a
cara con otra persona.
La
interpretación de la postura
Para un psicoanalista la
postura de un paciente muchas veces constituye una clave de primer orden sobre
la naturaleza de sus problemas.
Con sorprendente frecuencia,
las personas imitan las actitudes corporales de los demás.
Dos amigos se
sientan exactamente de la misma manera, la pierna derecha cruzada sobre la
izquierda, por ejemplo. Se denomina a este
fenómeno posturas congruentes. Se cree
que dos personas que comparten un mismo punto de vista, suelen compartir
también una misma postura.
La importancia de la imitación
puede llegar a ser una de las lecciones más significativas que podemos
aprender, pues es la forma en que los demás nos expresan que coinciden con
nosotros o que les agradamos.
De la misma manera que las
posturas congruentes expresan acuerdo, las no congruentes pueden utilizarse
para establecer distancias psicológicas.
La postura es una expresión
de la actitud. Es el elemento más fácil de observar y de interpretar de todo el
comportamiento no verbal.
La
comunicación de los sentidos (el tacto)
El
tacto es el sentido que está presente en todos los demás. La luz y los aromas
nos envuelven. Nos sentimos muchas veces mecidos por la música.
El
tacto posee una clase especial de proximidad, puesto que cuando una persona
toca a otra, la experiencia es total e inevitablemente mutua. La piel se pone
en contacto con la piel, en forma directa o a través de la vestimenta, y se
establece una inmediata toma de conciencia de ambas partes. Esta toma de
conciencia es más aguda cuando el contacto es poco frecuente.
Lo
que el hombre experimenta a través de la piel es mucho más importante de lo que
la mayoría de nosotros piensa. Prueba de ello es el sorprendente tamaño de las áreas
táctiles del cerebro, la sensorial y la motora. Los labios, el dedo índice y el
pulgar, sobre todo, ocupan una parte desproporcionada del espacio cerebral. La experiencia táctil, por lo tanto, debe
considerarse muy compleja y de gran significación.
Todo
ser humano está en contacto constante con el mundo exterior a través de la
piel. Todo el medio ambiente le afecta a través de la piel; siente la presión
del aire, el viento, la luz del sol, la niebla, las ondas acústicas y, algunas
veces, a otros seres humanos.
El
tacto es probablemente el más primitivo de los sentidos. Él bebé recién nacido
explora mediante el tacto; es así́ como descubre donde termina su propio cuerpo
y empieza el mundo exterior. A medida que el niño crece, aprende que hay
objetos y partes de su propio cuerpo y del de las otras personas, que se pueden
tocar y otras que no.
También
resulta importante la parte del cuerpo que se toca. Una mano que toca el
antebrazo tendrá impacto diferente al que tendría si se coloca sobre una
rodilla.
El
tacto, el gusto y el olfato son sentidos de proximidad. El oído y la vista, en
cambio, pueden brindar experiencia a distancia.
Movimientos
corporales
Cualquiera
de nosotros puede hacer un Análisis aproximado del carácter de un individuo basándose
en su manera de moverse - rígido, desenvuelto, vigoroso, y la manera en que lo
haga representará un rasgo bastante estable de su personalidad.
Tomemos
por ejemplo la simple acción de caminar, este solo hecho nos puede indicar muchas
cosas. Esto representa el como del
movimiento corporal, en contraste con el «qué»: no el acto de caminar sino la
manera en que se hace; no el acto de estrechar la mano, sino la forma de
hacerlo.
La
proporción entre gesto y postura es una forma de evaluar el grado de participación
de un individuo en una situación dada.
Lo
que importa es la proporción existente entre los movimientos posturales y los
gestuales, más que el mero número de movimientos posturales.
Las
actitudes corporales reflejan las actitudes y orientaciones persistentes
en el individuo. Estas posiciones o posturas, y sus variaciones o la falta de
ellas, representan la forma en que uno se relaciona y orienta hacia los demás.
El
conjunto de gestos
Para
llegar a conclusiones acertadas, deberemos observar los gestos en su conjunto. Como
cualquier otro lenguaje, el del cuerpo tiene también palabras, frases y puntuación.
Cada gesto es como una sola palabra y una palabra puede tener varios
significados. Solo cuando la palabra forma parte de una frase, puede saberse su
significado correcto.
Los
gestos se presentan «en frases» y siempre dicen la verdad sobre los
sentimientos y actitudes de quien los hace. La persona perceptiva es la que lee
bien las frases no verbales y las compara con las expresadas oralmente.
La observación de
los grupos de gestos y la congruencia entre los canales verbales y no verbales
de comunicación son las claves para interpretar correctamente el lenguaje del
cuerpo.
Además
de considerar a los gestos agrupados y de tener en cuenta la congruencia entre
lo que se dice y el movimiento corporal, todos los gestos deben considerarse
dentro del contexto en que se producen.
La
velocidad de algunos gestos y el modo en que resultan obvios para los demás
está relacionada con la edad.
Gestos al inicio de una conversación
Aquellas
pautas de comportamiento comunicativo, aquellas reglas de interacción que
ponemos en funcionamiento para expresar o negociar la intimidad, son las que
hacemos servir para hacerle saber a una persona si nos gusta o no.
Ritmos corporales
Cada vez que una
persona habla, los movimientos de sus manos y dedos, los cabeceos, los
parpadeos, todos los movimientos del cuerpo coinciden con el compás de su
discurso. Este ritmo se altera cuando hay
enfermedades o trastornos cerebrales.
Los
territorios y las zonas
El radio de la
burbuja alrededor del individuo blanco de clase media que vive en Australia,
Nueva Zelanda, Inglaterra o Estados Unidos puede dividirse en cuatro distancias
zonales bien claras:
- Zona íntima (de 15 a 45 cm): Es la más importante y es la que una persona cuida como su propiedad. Solo se permite la entrada a los que están muy cerca de la persona en forma emocional, como el amante, padres, hijos, amigos íntimos y parientes.
- Zona personal (entre 46 cm y 1,22 metros): es la distancia que separa a las personas en una reunión social, o de oficina, y en las fiestas.
Si
bien toleramos intrusos en la zona personal y social, la intromisión de un extraño
en la zona intima ocasiona cambios fisiológicos en nuestros cuerpos.
Los rituales del uso del espacio
Cuando
una persona busca espacio entre extraños lo hace siempre buscando el espacio más
grande disponible entre dos espacios ocupados y reclama la zona del centro.
Gestos
con las manos
La palma de la mano
El
gesto de exhibir las palmas de las manos se ha asociado siempre con la verdad,
la honestidad, la lealtad y la deferencia.
Hay
tres gestos principales de mando con las palmas:
Manos en ojiva
El pulgar puede usarse
también como un gesto de ridículo cuando señala a otra persona.
Frotarse el ojo
- La palma hacia arriba es un gesto no amenazador que denota sumisión.
- Cuando alguien coloca la palma hacia abajo adquiere inmediatamente autoridad.
- La persona receptora siente que se le está dando una orden.
- La palma cerrada en un puño, con el dedo señalando la dirección, es el plano simbólico con el que uno golpea al que lo escucha para hacer que le obedezca.
El apretón de manos
Estrecharse las manos es
un vestigio que queda del hombre de las cavernas.
La forma moderna de ese
ancestral gesto de saludo es estrecharse las palmas y sacudirlas. En Occidente
se practica ese saludo al encontrarse y al despedirse.
Apretones de manos sumisos
y dominantes
Supongamos que nos acaban
de presentar a alguien y se realiza un apretón de manos. Tres actitudes pueden
transmitirse en el apretón:
·
La actitud de dominio: «Este individuo está tratando de
someterme. Voy a estar alerta.»
·
La de sumisión: «Puedo hacer lo que quiera con esta persona.
·
Y la actitud de igualdad: «Me gusta, nos llevaremos bien.»
Las siguientes técnicas
para estrechar la mano pueden tener un efecto inmediato en el resultado de un
encuentro con otra persona.
El dominio se transmite
cuando la palma (la de la manga oscura en la figura) queda hacia abajo.
No es necesario que la
palma quede hacia el suelo; basta con que esté hacia abajo sobre la palma de
la otra persona.
La inversa del apretón
dominante es ofrecer la mano con la palma hacia arriba. Cuando dos personas
dominantes se estrechan las manos tiene lugar una lucha simbólica, ya que cada
una trata de poner la palma de la otra en posición de sumisión. El resultado es
un apretón de manos vertical en el que cada uno trasmite al otro un sentimiento
de respeto y simpatía.
Los estilos para estrechar
la mano
Extender el brazo con la
mano estirada y la palma hacia abajo es el estilo más agresivo de iniciación
del saludo, pues no da oportunidad a la otra persona de establecer una relación
en igualdad de condiciones.
El apretón de manos
«estilo guante» se lo llama a veces apretón de manos del político.
La trituración de los
nudillos es la marca del tipo rudo y agresivo.
Manos con los dedos
entrelazados
Es un gesto de frustración
o actitud hostil y la persona que lo hace está disimulando una actitud
negativa.
Parece que existe una
relación entre la altura a la que se sostienen las manos y la intensidad de la
actitud negativa. Cuantas más altas están las manos, más difícil será́ el trato
con la persona.
Manos en ojiva
La persona que se tiene
confianza, que es superior, o la que usa mínima gesticulación, con frecuencia
hace este gesto, y con él expresa su actitud de seguridad.
La ojiva hacia arriba se
usa cuando la persona esta opinando, cuando es la que habla. La ojiva hacia
abajo se usa más cuando se está́ escuchando.
Tomarse las manos, los
brazos y las muñecas
El caminar con la cabeza
levantada, el mentón hacia delante y las manos tomadas detrás de la espalda, son
gestos comunes en los policías que recorren las calles, el director de la
escuela, de los militares y de todas las personas que tengan autoridad. Es un
gesto de superioridad y seguridad. Pero no debe confundirse este gesto con
tomarse de la muñeca o del brazo, ya que estos últimos muestran frustración y
el intento de auto controlarse.
Los gestos con el pulgar
En quiromancia, los
pulgares señalan la fuerza del carácter y el ego. Se usa para expresar dominio,
superioridad e incluso agresión.
Los pulgares, que expresan
superioridad, resultan más evidentes cuando una persona está dando un mensaje
verbal contradictorio.
Las manos en la cara
Las posiciones de las
manos en la cara son la base de los gestos humanos para engañar. En otras
palabras, cuando vemos, decimos o escuchamos una mentira, a menudo intentamos
taparnos los ojos, la boca o los oídos con las manos.
Es importante no
interpretar aisladamente los gestos con las manos en la cara.
El guardián de la boca
Taparse la boca es uno de
los gestos que resulta tan obvio en los adultos como en los niños. Si la
persona que está hablando usa este gesto, denota que está diciendo una
mentira.
Tocarse la nariz
Una explicación del origen
de este gesto es que cuando la mente tiene el pensamiento negativo, el
subconsciente ordena a la mano que tape la boca, pero, en el último instante,
para que no sea un gesto tan obvio, la mano se retira de la boca y toca
rápidamente la nariz.
Otra explicación es que
mentir produce picazón en las delicadas terminaciones nerviosas de la nariz y,
para que pase, se hace necesario frotarla.
Frotarse el ojo
El gesto representa el
intento del cerebro de bloquear la visión del engaño o de evitar tener que
mirar a la cara de la persona a quien se le está mintiendo. Lo mismo sucede con
rascarse la oreja.
Rascarse el cuello
El gesto indica duda,
incertidumbre, y es característico de la persona que dice: «No sé si estoy de
acuerdo». Es muy notorio cuando el lenguaje verbal contradice el gesto; por
ejemplo, cuando la persona dice: Entiendo cómo se siente.
Los dedos en la boca
Es gesto de la persona cuando se siente presionada es el
intento inconsciente de la persona de volver a la seguridad del recién nacido
que succiona el pecho materno.
Meterse los dedos en la
boca es una manifestación de la necesidad de seguridad.
El aburrimiento
La evaluación se demuestra
con la mano cerrada apoyada en la mejilla, en general con el índice hacia
arriba.
El gesto de repasarse la
barbilla es una señal que indica que el que lo hace está tomando una decisión.
Cuando una persona se pone
en la boca un objeto (cigarrillo, lapicero, etc.) cuando se le pide que tome
una decisión, estos gestos indican que no está seguro sobre la decisión a
adoptar.
Los gestos de frotarse o
palmarse la cabeza
La persona que hace ese
gesto cuando miente, por lo general evita la mirada directa y mira hacia abajo.
Ese gesto expresa también enojo o frustración.
Los gestos con los brazos
cruzados
Esconderse detrás de una
barrera es una respuesta humana normal que aprendemos a edad temprana para
protegernos.
Cuando una persona tiene
una actitud defensiva, negativa o nerviosa, cruza los brazos y muestra así́ que
se siente amenazada.
Gesto estándar de brazos
cruzados
El gesto estándar es
universal y expresa la misma actitud defensiva o negativa, casi en todas partes.
Cruce de brazos reforzado
Si, además de haber
cruzado los brazos, la persona ha cerrado los puños, las señales son de defensa
y hostilidad. Este grupo de gestos se combina a veces con el de los dientes
apretados y la cara enrojecida. En ese caso puede ser inminente el ataque
verbal o físico.
El gesto de tomarse los
brazos
Es una actitud negativa de
restricción, como queriendo sujetar a los brazos y no permitiendo dejar el
cuerpo expuesto.
Cruce parcial de brazos
Otra versión de la barrera
es tomarse de las manos. Es como
revivir la sensación de seguridad que se experimentaba cuando uno era niño y
los padres lo llevaban de la mano en situaciones de temor.
Cruce de brazos disimulado
Los usa la gente que continuamente
está expuesta al público, que no desean que el público se dé cuenta que están
nerviosos o inseguros al dialogar.
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